España es un país turístico, acudiendo millones de turistas todos los años atraídos por sus playas, el abundante patrimonio artístico del país, y la variedad de ofertas gastronómicas, además de ser una de las naciones más bellas y ricas en patrimonio cultural del mundo por su amplia variedad de destinos turísticos.
El turismo, a día de hoy, es una de las bases principales de la economía de España. En décadas anteriores se promocionaba casi exclusivamente el turismo de sol y playa, a lo que contribuía (y contribuye) un clima bastante más cálido y soleado que el de otros países europeos. Las temperaturas en verano suelen variar entre los 20 y los 40º y muchas regiones tienen más de 300 días de sol al año, con veranos generalmente secos. Muchas localidades costeras se encuentran repletas de hoteles, restaurantes y edificios de apartamentos al pie de la playa.
El norte de España tiene un clima algo más fresco y húmedo. Muchos españoles y extranjeros se sienten atraídos por el Camino de Santiago o las fiestas de San Fermín. Hay tanto acantilados, como playas tranquilas y apartadas. Esta zona combina turismo rural con grandes arenales con buenos climas en verano como en las Rías Baixas gallegas. La principal causa del turismo en el norte del país es la belleza de la zona (geografía, rías gallegas; costa cantábrica; etc) y la variada y rica gastronomía.
La gastronomía española es amplia y variada, con platos tan típicos como la paella, el cocido madrileño, la fabada, el jamón ibérico, el marisco o el pescado. El aceite de oliva, del que España es el primer país productor, se emplea en una gran variedad de platos, y es muy apreciado en otros países.
En los últimos años ha crecido el interés por el turismo cultural en España.
Desarrollo histórico
El turismo es un fenómeno relativamente reciente, que empieza a adquirir trascendencia entre finales del Siglo XIX y principios del XX. Se trata de un turismo profundamente elitista, de naturaleza mayoritariamente cultural y al que sólo puede acceder una pequeña minoría perteneciente a la clase más acomodada.
Alfonso XIII
El turismo en España recibiría los primeros impulsos estatales durante el reinado de Alfonso XIII. En 1905 se crearía la Comisión Nacional del Turismo, dependiente del Ministerio de Fomento, y dedicada a la promoción turística en general, así como a la coordinación de las medidas turísticas adoptadas por las provincias y los municipios. En esta etapa se abriría la primera oficina de información turística española, y nacería el Grupo Marsans, la primera agencia de viajes de España.
En 1911, la Comisión Nacional del Turismo se convertiría en la Comisaría Regia de Turismo, órgano intensamente personalista y especializado en el turismo cultural de las élites. En esta etapa se lleva a cabo la restauración de diversos monumentos españoles. Así mismo, y pese a la estrechez presupuestaria, se elabora el primer eslogan para la promoción del turismo español.
En 1928, se sustituiría la Comisaría Regia de Turismo por el Patronato Nacional de Turismo. Dicho órgano sería un ejemplo de organización y gestión turística moderna que, no obstante, se vería frecuentemente condicionado por criterios políticos poco eficientes desde un punto de vista económico. Durante esta etapa, se produciría la Exposición Universal de Barcelona de 1929, así como la Exposición Iberoamericana de Sevilla, del mismo año.
Segunda República
El Patronato Nacional de Turismo subsistiría tras la proclamación de la Segunda República Española. No obstante, el incipiente sector turístico verá estancado su crecimiento debido, en primer lugar, a la crisis económica global derivada del crack del 29. Igualmente, la inestabilidad política propia del final de este periodo lastraría irremediablemente el crecimiento turístico.
Durante la Guerra Civil (1936-1938), el colapso del sector turístico fue absoluto, marcando el comienzo de un largo paréntesis en el que el turismo español perdería gran parte de la ventaja obtenida años atrás.
Crisis de 1973
La Crisis de 1973 supondría un serio varapalo para el sector turístico global. Al descenso de la afluencia de turistas extranjeros hay que sumar la inestabilidad política propia de este periodo de la historia de España.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, se abriría el periodo de la llamada Transición Española, que desembocaría en la Constitución de 1978.
La aprobación del texto constitucional suponía una profunda modificación de la organización territorial española, de manera que las Comunidades Autónomas recibirían competencias en materia de turismo. Por otra parte, en esta etapa desaparecería el Ministerio de Información y Turismo, convirtiéndose en la Secretaría de Estado de Turismo, perteneciente al nuevo Ministerio de Comercio y Turismo.
Otro hito importantísimo para el sector turístico fue la adhesión de España a las Comunidades Europeas. Dicho proceso, culminado en 1986, suponía una adaptación y armonización de la legislación a la normativa comunitaria. Dicha importancia es mayor teniendo en cuenta que la mayor parte del turismo extranjero procede de los países europeos.
Crisis de finales de los 80
Al predominar el turismo de nivel medio-bajo, el comercio reaccionó con un encarecimiento de los precios sin atender a la mejora de su calidad. Así mismo, la dependencia de los tour-operadores internacionales y el deterioro industrial contribuyeron a que el modelo tradicional de turismo (sol y playa, montaña) entrara en crisis y aparecieran nuevas políticas para intentar paliar el desplome turístico.
Para ello, se intentó mejorar la oferta turística potenciando el turismo de calidad, y se mejoró la oferta para paliar la rigidez, fomentando nuevas modalidades de turismo (como el turismo de la tercera edad, el turismo deportivo, rural, urbano, cultural, etc.)
De dicha forma se pudo disminuir la dependencia del exterior, especialmente mediante la implementación de tour-operadores nacionales. También se tuvo constancia de la calidad medioambiental, siguiendo de cerca las construcciones turísticas que crearan modificaciones o deterioros en el entorno.
Años 90
Los años 90 son una etapa expansiva para el sector turístico español. El cambio de modelo antes mencionado sería recogido en el Libro Blanco del Turismo de 1990, iniciativa estatal dedicada a modificar y adaptar la oferta complementaria y de alojamiento turístico.
Por otra parte, la Guerra del Golfo de 1991, así como la amenaza del integrismo islámico, supuso el deterioro turístico de los destinos que competían con España, tales como Marruecos y Argelia.
Finalmente, en 1992 se produciría el segundo boom turístico español. En este año coincidirían la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, con la consiguiente consolidación de la imagen turística de España en el resto del mundo.
Turismo extranjero
España es el segundo país del mundo que recibe más turistas extranjeros, según datos de la Organización Mundial del Turismo, tan sólo por detrás de Francia, y disfruta de una cuota del 7% del turismo mundial, por delante de Estados Unidos e Italia.
El turismo le reportó a España 37.500 millones de euros durante el año 2004, lo que la situó en segunda posición en ingresos económicos, por detrás de Estados Unidos, que ingresó 75.000 millones de euros en 2004 (el 12% del total), y por delante de Francia (33.900) e Italia (29.600).
España recibió un total de 58,5 millones de turistas extranjeros durante el año 2006, un 4,5% más de los registrados en el mismo período del año anterior, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
De estos, 46.061.242 (el 78,8%) vinieron a España por razones de ocio o de vacaciones, 6.263.652 (el 10,7%) por motivos de trabajo o negocios, 4.033.630 (el 6,9%) por motivos personales, y los 2.092.616 (3,6%) restantes por otros motivos.
La cantidad de turistas ha crecido notoriamente desde 1950, pero no sus nacionalidades. La mayor parte procedían (y proceden) de Europa occidental y septentrional, y suelen ser alemanes, británicos, franceses, italianos y portugueses.
Principales regiones receptoras
Turismo de sol y playa
Por destinos turísticos, Cataluña es el primer destino de España. Los 15 millones de turistas extranjeros que recibió en el 2006 suponen un 25'7% del total de las llegadas registradas en toda España.
El segundo destino turístico de España son las Islas Baleares, que recibieron 10'1 millones de turistas en ese mismo año. Las Islas Canarias, con 9'6 millones de turistas extranjeros, son el tercer destino turístico, en Canarias el principal destino turístico es la isla de Tenerife. Tenerife acoge enormes cantidades de visitantes, sobre todo por poseer esta isla, el Parque Nacional más visitado de España, de Europa y el segundo del mundo, el Parque Nacional del Teide cuyas visitas anuales superan los cuatro millones, donde se encuentra, además, el pico Teide que, con sus 3.718 metros sobre el nivel del mar, constituye el pico más alto de España y el tercer mayor volcán de la Tierra desde su base. Tras Canarias sigue Andalucía, que alcanzó los 8'5 millones, la Comunidad Valenciana, con 5'5 millones, y la Comunidad de Madrid, con 3'9 millones.
El resto de comunidades recibieron 5'8 millones de turistas extranjeros, un 9'9% del total.
Previsiones
Según las previsiones de la Organización Mundial de Turismo, la llegada de turismo extranjero a España crecerá una media del 5% anual en los próximos veinte años, lo que hace prever que España recibirá 75 millones de turistas extranjeros en el año 2020, casi 20 millones más que los recibidos en el año 2006.
Trabajo realizado por : Felipe Pita Da Veiga y Domi Aloé 2ºBach. B
Información buscada de http://es.wikipedia.org/wiki/Turismo_en_Espa%C3%B1a
Imagenes obtenidas de Google
Trabajo realizado por : Felipe Pita Da Veiga y Domi Aloé 2ºBach. B
Información buscada de http://es.wikipedia.org/wiki/Turismo_en_Espa%C3%B1a
Imagenes obtenidas de Google
A ver si cuidamos los títulos: este trabajo debería denominarse "El turismo en España". Por otra parte, y más importante, no se puede hacer un trabajo sacándolo únicamente de la Wikipedia, hay que variar las fuentes de información.
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