sábado, 14 de mayo de 2011

La crisis en España.

DEFINICIÓN


Una crisis económica, hace referencia a un periodo de escasez en la producción, comercialización y consumo de productos y servicios. La economía es cíclica, es decir, combina etapas de expansión con fases de contracción. Estas fluctuaciones sucesivas se conocen como ciclo económico.




INICIOS

La crisis económica mundial comenzó en el 2008, originada en los Estados Unidos. Los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la crisis alimentaria y energética mundial, la elevada inflación planetaria y la amenaza de recesión en todo el mundo.

La crisis iniciada en el 2008 ha sido señadlada por muchos especialistas internacionales como la crisis de los países desarrollados, ya que se observan en los países mas ricos del mundo.

Sus inicios fueron los Estados Unidos, la economía mas grande del mundo, entro en 2008 con una grave crisis crediticia e hipotecaria que afecto a la fuerte burbuja inmobiliaria que venían padeciendo. Esta crisis afecto al resto del mundo, ya que inyectaron cientos de miles de millones de dolares para salvar algunas entidades inmobiliarias.


CONSECUENCIAS SOBRE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA




Una de las principales consecuencias que durante el año 2008 tuvo sobre la economía española es un fuerte crecimiento del desempleo. Durante el 2008 un gran número de empresas presentaron expedientes de regulación de empleo, entre otras, Delphi, Nissan(1.500), Ono(1.300 empleos), Opel, Pirelli(460), Porcelanas Lladró y Arte y Porcelanas,(275), Renault, Roca (1.900), Ryanair(800 empleos), Seat, Sony España (275), fueron muchos de los casos que sucedieron en 2008.

El sector de la construcción es uno de los más perjudicados por la crisis debido al fin del «boom» inmobiliario y a la posterior caída de las ventas. Durante 2008 numerosas empresas constructoras presentaron suspensión de pagos entre las que destacan: Martinsa-Fadesa con un pasivo de 4.000 millones de euros, es la mayor suspensión de pagos de la historia de España.

Hasta tanto no se produzca la reestructuración de las cajas de ahorro no se podrá afrontar la reducción drástica del stock de viviendas. De los 470 000 millones que le adeuda el ladrillo, 90 000 corresponden a suelo. Aguirre Newman cifra el stock en 1,5 millones de viviendas, 612 512 de recién terminadas; 384 050 en construcción y 520 330 usadas en venta o alquiler, cinco veces más de lo demandado. En contrapartida contabiliza 21 fondos oportunistas dispuestos a invertir 8 500 millones de euros en tres años.


Nadie lo niega porque los datos son demoledores. Según el Banco de España, entre 1997 y 2006, el precio de la vivienda aumentó un 100% en términos reales y aunque todavía a nivel general no ha empezado a bajar (no es el caso de algunas grandes ciudades como Madrid), sí se constata una desaceleración del incremento del precio de la vivienda, situándose, dicho crecimiento, a niveles del año 2000.


Este cambio de tendencia en el precio de la vivienda, está provocando un gran nerviosismo en el sector, porque esto supone una reducción de los márgenes de beneficio y porque indica que el sector está saturado y las dificultades para vender son cada vez mayores. En 2006, el número de hipotecas firmadas descendió un 10,6% respecto a 2005. El número de casas iniciadas cayó en mayo un 20,7% respecto al mismo mes de 2006 e incluso el consumo de cemento ha descendido en el segundo trimestre de este año.

Todos los indicadores han venido apuntando en los últimos meses a que el cambio de ciclo en el sector inmobiliario era ya una realidad.

La crisis financiera en Estados Unidos detonada por el derrumbe del negocio de las hipotecas de alto riesgo, no ha hecho sino acelerar la tendencia descendente en el sector y aumentar el nerviosismo en los analistas ante lo imprevisible de las consecuencias que una crisis severa en el negocio inmobiliario podría tener en toda la economía española. En ese sentido son muy indicativas las palabras de Xavier Segura, director del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya: "Si los bancos centrales no saben el efecto real de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, no lo vamos a saber nosotros".


El boom inmobiliario es uno de los elementos fundamentales en los que se ha basado el crecimiento que la economía española desde hace más de 10 años y las consecuencias de este cambio de ciclo en el sector ya se están haciendo notar a todos los niveles.

Las turbulencias bursátiles están provocando pérdidas severas en las empresas inmobiliarias. Por otro lado, las "ratas" empiezan a abandonar el barco, como pudimos comprobar el pasado 13 de junio cuando se hizo público que el Banco Santander, entre otras entidades y empresas, había vendido la práctica totalidad de sus inmuebles en el Estado español.

Por otro lado, en lo que va de año, cerca de 7.000 inmobiliarias han cerrado. La economía real también está empezando a sufrir las consecuencias. Sin ir más lejos, la desaceleración en el sector de la construcción provocó una subida del paro en el sector de 11.900 trabajadores en julio y de 22.088 en agosto, siendo uno de los principales contribuidores al repunte del paro experimentado en estos dos meses.

Pero todo parece indicar que estamos asistiendo solo al principio. Las consecuencias pueden ser dramáticas para la economía española y aunque desde todas las instancias oficiales se trata de tranquilizar a la opinión publica, restando importancia a la situación, los analistas económicos serios así lo creen: "Si estalla la burbuja y los precios caen levemente, el consumo privado se verá afectado, lo que, junto a un menor crecimiento de la actividad constructora, podría poner en riesgo el crecimiento futuro de la economía española."





Por último, el pasado 26 de junio, la ONU pidió al Gobierno español que alerte a los ciudadanos de la incipiente grave crisis inmobiliaria que se avecina.

Los datos corroboran que la crisis en el sector inmobiliario tendrá profundas consecuencias en toda la economía.

En primer lugar, la construcción parece no tener quien la releve como motor. La producción industrial, a pesar de que en los dos primeros trimestres creció por encima de la construcción por primera vez en los últimos años, desaceleró su crecimiento hasta un 1,3% anual en julio, lo que indica que el factor determinante para que superara a la construcción fue la desaceleración de ésta, no el crecimiento de la producción industrial.

Por otro lado, el recurso al crédito, factor que hasta ahora había contribuido de forma importante a la expansión económica, puede transformarse de manera brusca en todo lo contrario, convirtiéndose en un lastre de incalculables consecuencias para toda la economía.

Hay casi un billón de euros concedidos en créditos hipotecarios, de los que actualmente se calcula que 34.221 millones de euros son difíciles de cobrar. Estas cifras, junto a los todavía bajos niveles de morosidad (mayo 2007 un 0,693%, junio un 0,706%), todavía no parecen preocupantes, pero pueden crecer rápidamente en un contexto de problemas en el mercado laboral, como ya estamos empezando a ver.

A esto hay que sumar la inmensa deuda que las familias tienen contraída con los bancos, que en 2005 alcanzó el 105% de la renta disponible y en 2006 un total de 832.289 millones de euros.



NEGRAS PERSPECTIVAS PARA ESPAÑA EN 2011





Esta apuesta por la banca mayorista, junto a la exposición internacional de ambas entidades, pretende suplir un negocio minorista en España para el que las perspectivas siguen siendo muy negativas para 2011, debido al nulo crecimiento del crédito y de los elevados costes de financiación por culpa de la prima de riesgo de España, de la guerra de depósitos y, a partir de abril, del inicio de las subidas de tipos del BCE.

BBVA sufrió una caída del 9% en su negocio de España y Portugal en 2010, hasta 2.070 millones de euros. El descenso fue mayor en Santander, del 38% en su red hasta 1.243 millones y del 43% en Banesto hasta 419, aunque con un crecimiento del 29% en Santander Consumer Finance hasta 811 millones. El peso de España en los resultados totales del banco bajó así hasta el 16%.





EFECTOS DE LA CRISIS ECONÓMICA EN ESPAÑA


1º. Familias desahuciadas 350.000.


2º. Bancos y Cajas 59.000 millones de euros en ejecucio

nes de solares urbanos, naves industriales, locales comerciales, pisos y promociones completas.

3º. Más de un millón de pisos de obra nueva sin vender y los bancos construyendo mas en sus suelos urbanos y otro tanto de pisos de segunda mano.

4º. Deuda del Estado 475.400 millones de euros.

5º. En el primer trimestre del año 1500 empresas en concurso de acreedores.

6º. Cinco millones de parados.

7º. La deuda de las empresas un billón doscientos mil millones de euros.

8º. La deuda en hipotecas de las familias unos 550.000 millones de euros.

9º. Más 300.000 millones de euros en deudas de tarjetas, vehículos, etc.

10º. Estamos en la cola en educación, en productividad, en competitividad y en innovación.






ALGUNAS REFLEXIONES

El panorama no nos ofrece un panorama halagüeño, y, de seguir así, sus consecuencias serán duras y duraderas. Sólo una acción unitaria anticapitalista que plantee una alternativa rupturista hará posible un cambio. De otro modo, la prospectiva se presenta pesimista.

Para poder enfrentar con mínima eficacia y credibilidad esta crisis debemos poner en la agenda de discusión los procesos determinantes –crisis de sobreproducción, de realización y de la propia relación salarial- y dominantes de la misma –financiarización-, y poner en cuestión las reglas de juego capitalistas. Al menos, para dar una respuesta seria y progresista básica, hay que hablar de implantar una regulación, bajo control público y social que gobierne los mercados y sistemas financieros; unas políticas de inversión, servicio y empleo público; una reforma laboral a la ofensiva y garantista de derechos, a poder ser a escala internacional; un régimen fiscal, a poder ser concertado y armonizado a escala supranacional; y el desarrollo de un paradigma de intervención democrática a escala internacional, emprendida por los y las trabajadoras.

En España, el conflicto resultará de las contradicciones más maduras y posiblemente estarán vinculadas a la crisis de la vivienda, el desempleo, y la carestía de la vida de la propia condición social del salariado, y posiblemente el chivo expiatorio de la inmigración. Y ya, por de pronto, es posible una gran confrontación por la cuestión de las pensiones y de las condiciones de empleo en disputa. Es tarea de los anticapitalistas hacer comprender las bases estructurales que causan estas crisis y conflictos y tratar de transformarlas superar este sistema, comenzando por enfrentar la crisis de subjetividad antagonista que impide, de momento, el despliegue de cualquier paradigma alternativo.




TRABAJO REALIZADO POR: JAVIER BRUN FERNÁNDEZ 2 BACH-A


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