sábado, 9 de octubre de 2010

Santiago Ramón Y Cajal


Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) fue un médico español nacido en Petilla de Aragón y muerto en Madrid. Estudió en la Universidad de Zaragoza, donde se graduó en medicina en 1873. Tras servir más de un año en cuba como oficial médico volvió a España enfermo. Mientras se recuperaba comenzó sus investigaciones de anatomía y embriología en Zaragoza sin apenas contar con medios. En 1883 consiguió la cátedra de anatomía en Valencia. En 1885 estudió las causas del cólera en una epidemia ocurrida en dicha ciudad. En 1887 obtuvo por oposición la cátedra de histología de la Universidad de Barcelona. En 1888 , año cumbre de su carrera, descubrió las leyes que rigen la morfología y conexiones de las células nerviosas en la sustancia gris (el cerebro) e inició sus contactos con los medios científicos internacionales. Luego ganó en brillante oposición (1892) la cátedra de histología y anatomía patológicas de la Facultad de Medicina de Madrid.

Obra

En 1899 fue invitado por la Universidad de Clark (Worcester , EE.UU.) a dar una serie de conferencias acerca de sus investigaciones sobre la corteza cerebral , con lo que aumentó su prestigio y fama en el extranjero. En 1902 fundó y dirigió el Instituto de Investigaciones Biológicas. Aisló y estudió las neuronas por un método de tinción propio (1890). Sus descubrimientos posteriores se refieren al cerebelo , medulo , corteza cerebral , ganglios raquídeos, bulbo olfativo , quiasma óptico e inervación de la retina. De 1908 a 1928 se dedicó especialmente a estudiar la degeneración y regeneración del tejido nervioso. En 1906 compartió el premio Nobel de Medicina con el italiano Golgi. Su obra más importante es la titulada “Textura del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados”. Como hombre se caracterizó por su modestia y su esfuerzo constante. Como sabio coronó el edificio de la histología moderna con el conocimiento completo del más noble de los tejidos humanos.





La obra de Cajal presenta una plenitud y una actualidad rara vez alcanzadas en la ciencia biológica, que se renueva continuamente. La “Patología General”, de Conheim fue durante casi 25 años el punto de partida del pensamiento de los médicos del viejo mundo. La gloria del gran patólogo alemán era difícil de comprender en aquellos tiempos. Incluso la influencia de los maestros franceses, que por aquellos años atraían a París a los estudiosos de todo el mundo, no era nada comparado con la autoridad de Conheim. Hoy en día, no obstante, no podemos aprovechar nada de su libro. Podemos comparar el hundimiento de esta y de otras obras biológicas de aquella época con la maravillosa creación del histólogo español, que sigue siendo una fuente de vital importancia para el estudio de la anatomía y la patología nerviosas. Esto se debe a que su obra de naturalista a estado basada en la observación directa de los hechos. Además cabe destaca que la obra de Cajal no es un conjunto de descubrimientos que, aun siendo de vital importancia, hayan sido obra del azar, sino que su obra es un edificio científico, armónico y completo, en el que cada hallazgo ha tenido previamente un riguroso razonamiento.

En nuestra opinión estamos seguros de que en nuestra era científica no se podrá presentar ningún proyecto de realización total ni esfuerzo constante por parte de nadie, en donde podríamos resaltar la compenetración absoluta entre una labor y una vida como si hubieran estado hechas la una para la otra. Por esto la obra de Cajal, además de su importancia dentro del ámbito de la medicina tuvo una enorme trascendencia para la mentalidad de los científicos españoles. Hoy en día esa influencia sigue manteniéndose al igual que sus descubrimientos y hacen de este genio un modelo a seguir para los estudiantes de medicina.

Otra faceta de su vida

Igualmente cabe destacar el talento literario del maestro quien a pesar de carecer de una formación humanística, tanto en la segunda enseñanza como en la universidad, se dedicó a leer todo lo que caía en sus manos movido por su afán de saber, adquiriendo de esta forma su preparación literaria. P odemos observar que muestra predilección por los estudios dedicados a los episodios dedicados a la vida nacional , a su crítica y a sus futuras posibilidades en los aspectos político, social y cultural. De sus contemporáneos mostraba gran admiración por Cánovas, Unamuno, Costa, Ortega y Gasset, etc. También expresa su fervor por los clásicos, cuya lectura y comprensión exaltaron a todos los críticos de su generación.

Todas estas lecturas formaron su sobrio, claro y expresivo estilo. Pero sobre todo lo que más influyó en la limpieza y claridad de sus escritos fue el hábito de la redacción científica. Porque nada enseña a hacer concisa la retórica como el tener que describir las cosas que se ven, para que los demás, sin verlas, las entiendan perfectamente. En su Discurso de entrada en la Academia de Ciencias, Cajal explicó la necesidad de abandonar los excesos de retórica, de ser claro y exacto. El representó en la ciencia la reacción contra el “flato retórico” y puede asegurarse que el éxito de Cajal dependió en gran medida de esta limpieza y concisión, que aparte de su categoría pedagógica y estética, eran, en aquellos tiempos una novedad.

La Real Academia de la Lengua le llamó para ingresar en su seno pero él no llego a hacerlo. Nada faltó para completar su gloria literaria. Hay quien considera que es posible que Cajal tenga en gran estima sus “Recuerdos”, que para él debía de ser ese libro que todo autor escribe para recrearse a si mismo, como un espejo, sin que le importe el juicio que los demás hagan.

Fuentes

http://es.wikipedia.org/wiki/Santiago_Ram%C3%B3n_y_Cajal

http://cajal.unizar.es/sp/bio/biograf.html

http://www.segundarepublica.com/index.php?opcion=2&id=16

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ramon_y_cajal.htm

Video: http://www.youtube.com/watch?v=Krabo0GPc5A&feature=related

Trabajo realizado por: Pablo Pascual Espinosa y Alejandro Fernández Gómez 2º BACH A

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