Ya bien entrado el siglo XX, la radio, un medio del que los españoles de a pie tan solo habían oído hablar, irrumpe en nuestro país. Sucedía en la década de los 20 y, por entonces, nadie podía imaginar que aquella incipiente y nueva forma de comunicarse entre los hombres se convirtiera, con el paso del tiempo, en una caja de sonidos que acabara informándonos, entreteniéndonos, educándonos, acompañándonos en nuestros viajes, despertando nuestra imaginación, haciéndonos reír, llorar, cantar...
En este bloque de temático vamos a conocer los aspectos más relevantes de la historia y la evolución de un medio que en España siguió una trayectoria muy particular, influida en todo momento por las circustancias que nuestro país sufrió a lo largo de la pasada centuria. Necesitaríamos cientos de páginas para exponer lo que ha dado de sí una Radio que en el 2024 celebrará sus 100 años de encuentros y desencuentros con la sociedad española.
LOS ANTECENDENTES DE LA RADIO
Los antececentes más remotos de este medio debemos situarlos a principios del siglo XIX, cuando Alessandro Volta inventa un objeto como la pila voltáica. A partir de ese momento, empezarán a construirse los primeros telégrafos. En 1840, Morse introduce dos transformaciones fundamentales en esos telégrafos. Por un lado, sustituye las agujas magnéticas que utilizaba Henry Cook para el proceso de identificación de las señales, por una tira de papel. Por otro lado, crea el código Morse; un código que, a través de una combinación de puntos y rayas, puede transmitir cualquier tipo de mensaje.
Treinta y cinco años después, Graham Bell propicia el nacimiento de la telefonía. Este inventor consiguió que los sonidos pudieran propagarse a través de un cable.
Pero no solo la telegrafía y la telefonía intervinieron en la aparición de la radio. Otros fenómenos fueron igual o más importantes que éstos. El descubrimiento y la posterior medición de las ondas electromagnéticas propició la creación del primer receptor de radio. Sin embargo, hasta la llegada de la telegrafía sin hilos, de la mano de Guillermo Marconi, la transmisión era muy limitada. La aportación de Marconi permitió que las señales sonoras pudieran propagarse a algo menos de 20 Kilómetros de distancia.Para aquella época fue todo un logro.
No será hasta ya entrado el siglo XX cuando las aportaciones de A. Fleming y R.A Fessenden permitirán la transmisión de la voz humana. A partir de ese momento se iniciaría, de verdad, la radio que hoy conocemos.
LA PRIMERA EMISORA ESPAÑOLA
La estación pionera fue EAJ-1 Radio Barcelona, llamada la emisora decana de la radio española por ser la más antigua. La nomenclatura EAJ-1 hace referencia a los códigos de los radioaficionados, auténticos artífices del nacimiento de la radio. E por España, AJ porque designa a las estaciones de Telegrafía sin Hilos y, por razones obvias, 1 por ser la primera.
Sin embargo, las primeras emisiones radiofónicas en nuestro país corrieron a cargo de Radio Ibérica de Madrid, a finales de 1923 y principios de 1924, pero, debido a sus importantes irregularidades en lo que a continuidad temporal se refiere, los analistas del medio prefieren situar el nacimiento de la radio en otro momento. La principal razón que explica las irregularidades a las que nos acabamos de referir es que Radio Ibérica de Madrid fue fruto de la iniciativa de un grupo de personas dedicadas a la fabricación de aparatos (que por aquella época eran de dos tipos: los de galena y los de lámpara en función del material que utilizaban para poder funcionar). En definitiva, eran técnicos que experimentaban con el medio, pero sin una programación continuada. Radio Ibérica surgió de la unión de la Compañía Ibérica de Telecomunicaciones y de la Sociedad de Radiotelefonía Española. Meses más tarde, Radio Madrid y Radio Libertad, haciendo uso de las infraestructuras de Radio Ibérica, emitían su programación, que se reducía a unos pocos espacios a la semana.
A pesar de los intentos anteriores, no será hasta 1924 cuando la radio en nuestro país empiece a emerger definitivamente, en plena Dictadura del General Primo de Rivera. Este mandatario, al igual que otros políticos, vio en este medio un efectivo canal de propaganda.
Dada la situación que se estaba viviendo en relación con un nuevo sistema de comunicación que despertaba el interés de todos e iba consolidándose a pasos agigantados, las autoridades no podían ser ajenas y decidieron poner un poco de orden convocando lo que se vino a llamar la Conferencia Nacional de la Telegrafía Sin Hilos, que durante seis meses deliberó sobre el contenido del futuro Reglamento de Radiodifusión.
Los responsables de establecer la legislación que normalizaría la radiodifusión española fueron los Ministerios de Guerra, Marina, Gobernación, Instrucción Pública y Trabajo, aunque podían estar asesorados por algunas entidades relacionadas de una manera u otra con la radio, como la Compañía Nacional de Telegrafía sin Hilos, la Compañía AEG, la Ibérica de Electricidad, la Compañía Radio Ibérica, las Compañías de Radiotelegrafía Francesa, la Federación de Radiotelegrafistas españoles, la Asociación de la Prensa, la Agrupación de Constructores de material eléctrico de España y el Radio Club España.
En pleno verano del 1924, y una vez aprobado el Reglamento, se empezaron a otorgar las concesiones de emisión: EAJ-1 Radio Barcelona, EAJ-2 Radio España de Madrid, EAJ-3 Radio Cádiz, EAJ-4 Estación Castilla, EAJ-5 Radio Club Sevillano, EAJ-6 Radio Ibérica.
Todo empezaba a estar dispuesto para que el 14 de noviembre de ese mismo año Radio Barcelona se inaugurara oficialmente y empezara así sus emisiones, siete días después de que su hermana madrileña, Radio España, comenzara sus pruebas oficiales.
El papel de las empresas que en los años 20 trabajaban con material radioeléctrico no se puede dejar de lado, porque, en realidad, ellas jugaron un papel importantísimo en el nacimiento y desarrollo de este medio en España. Su tarea no sólo consistió en impulsar las iniciativas que iban surgiendo, sino que eran las responsables de que los receptores que se fabricaran pudieran hacer llegar a los ciudadanos las emisiones de manera óptima. Lógicamente, existía una intención empresarial, pues, como podrás imaginar, cuanto más desarrollada estuviera la radio, más aparatos se podrían vender. Tanto es así que las propias compañías radioeléctricas más importantes de aquel entonces tomaron la determinación de crear su propia empresa de radiodifusión: EAJ-7 Unión Radio, que se inauguró el 17 de junio de 1925. Esta emisora pronto se convertiría en la primera cadena de radio española, y, poco a poco, iría transformando el panorama radiofónico en un monopolio. No obstante, esta situación se vería truncada con el estallido de la Guerra Civil.
Tras la implantación de las primeras estaciones, durante 1925 y 1926 la radio fue extendiéndose por todo el territorio español: Andalucía, Castilla, País Vasco..., aunque con una programación muy limitada (fundamentalmente espacios culturales y música). Sin embargo, Unión Radio consideró necesario mejorar las emisiones y por ello empezó a emitir en cadena con otras estaciones y a incorporar otros contenidos, como el deporte o los toros.
Durante siete años el panorama radiodifusor en España fue transformándose, tanto en cantidad como en calidad. El número de emisoras iba creciendo al mismo tiempo que la programación iba mejorando. En 1930, a partir de una iniciativa de la Asociación Nacional de Radiodifusión, nace EAJ-15, Radio Asociación de Cataluña, que emitirá su programación, apenas tres horas al día, en lengua catalana. Esta situación provocó una gran competencia entre las dos principales emisoras catalanas de la época, lo que desembocó en que Radio Barcelona decidiera hablar a su audiencia también en catalán. De hecho, el 15 de abril de 1930, Francesc Macià, el presidente de la "República Catalana", eliminó la censura informativa, lo que sin duda alguna benefició a la radio.
A finales de ese mismo año, se empieza a emitir el espacio informativo de Unión Radio La Palabra, que tenía una duración de media hora y que había sido una iniciativa de EAJ 15.
LA RADIO Y LA GUERRA CIVIL
Con la llegada de la II República, el número de personas que disponía de un aparato receptor aumentó y la audiencia de este medio se engrosaba día tras día. Además, durante esta época fueron surgiendo un gran número de estaciones locales, que engancharon a muchas personas a lo largo de todo el territorio español.
Sin embargo, con el estallido de la Guerra Civil española, el 18 de julio de 1936, las cosas empezaron a cambiar. La radio se destapó como un gran medio de propaganda política que fue utilizado por los bandos combatientes para emitir sus particulares arengas .
La implantación de una nueva dictadura supuso una larga temporada de dominio político sobre el sistema radiofónico. El 19 de enero de 1937, poco antes de que acabara la Guerra Civil, se crea Radio Nacional de España, a la que se le otorgará el monopolio de la información en nuestro país, gracias a la promulgación, un año antes, de la Ley de Prensa, que estaría en vigor hasta 1966. Además, la entonces Unión Radio se transforma en la actual Ser (Sociedad Española de Radiodifusión).
La entrada de las tropas nacionales en Cataluña supuso la desaparición de la radio en catalán. A partir de ese momento la Falange será la responsable de los espacios que emiten las ondas radiofónicas.
Esta situación desembocó en nuevamente en la instauración de la censura. Los censores se ocupaban de revisar los guiones para que nada indebido se les escapara, al tiempo que las radios comerciales, las privadas, estaban obligadas a conectar siempre con Radio Nacional de España para emitir los servicios informativos que elaboraba esta red gubernamental y que se conocían con el nombre de El parte, debido a que durante los años de la contienda civil, el espacio informativo por antonomasia era, precisamente, el parte de guerra. Las estaciones distintas a Rne sólo podían elaborar las noticias comarcales y locales, pero siempre bajo supervisión de la autoridad competente.
Mientras esto sucedía , en Europa se desencadena la II Guerra Mundial. Esta circunstancia obliga a transformar la radio en un arma de propaganda política que utilizaban los dos bandos para informar de los avances de la guerra.
Sin lugar a dudas, en ese momento la información radiofónica es un baluarte importante que hay que cuidar y vigilar, pero la radio también es un medio de entretenimiento al que recurren las familias españolas para pasar sus ratos de ocio. Empiezan a surgir las radionovelas, que, años más tarde, sobre todo en las décadas de los 50 y 60, se convertirán en un auténtico boom.
Llegados a los años 40, el gobierno crea la primera red de ámbito estatal, la Red Nacional de Radiodifusión (REDERA). Hasta ese momento, el sistema estaba conformado por tres tipos de emisoras: las estaciones locales (que tenían poca potencia) las comarcales (de las cuales la mayoría pertenecían a lo que es hoy la Ser) y, finalmente, las que estaban dentro de la Sociedad Nacional de Radiodifusión, es decir, las de Rne, y las del FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista).
Esta década de los 40 supuso también avances técnicos para los profesionales de la radio. En 1948, aparece la cinta magnetofónica, lo que favorecerá en gran medida la mejora en la producción de programas.
Durante estos años, el número de aparatos receptores no dejó de crecer, siendo España uno de los países europeos que más radios tenía por habitante.
En 1954 se constituye oficialmente la cadena Rem (Red de Emisoras del Movimiento); en 1957 se crea la Cope (Cadena de Ondas Españolas Populares) y cuatro años después, en 1961, surge la Ces (Cadena de Emisoras Sindicales.)
LA LLEGADA DE LA TELEVISIÓN: MALOS TIEMPOS PARA LA RADIO
Entrados los años 60, la radio experimentará una mala época por un hecho que vendría a cambiar muchas cosas: la llegada de la televisión. Si bien ésta llegaría a los hogares españoles en 1956, no será hasta la década de los 60, y en especial hasta los 70, que su uso se empezaría a generalizar de forma masiva. La situación económica de la familia media española no permitía que durante esa época todo el mundo tuviera un televisor en casa como pasa actualmente. (Nuestro tutor por ejemplo tiene 6 ó 7 televisores en cada habitación)
Con la popularización de la televisión, la radio debe reestructurarse y ver cuáles son las ventajas que tiene sobre el nuevo medio (aunque, de hecho, las tenía y las sigue teniendo). Es cierto que la TV podía emitir imágenes, pero la radio era mucho más ágil y rápida. Además, hace 30 años la radio podía llegar a lugares a los que la tele no tenía acceso, porque por entonces la infraestructura televisiva era muy poco operativa.
Como ya debes saber, la década de los 70 supuso un gran cambio en la sociedad española, y, también, en la radio. En 1972 la Ser empieza a emitir tímidamente un programa informativo emblemático: Hora 25. Se trataba de un espacio que bajo el formato de un Magazine (consulta los bloques La comunicación radiofónica, La programación radiofónica y La producción radiofónica), comunicaba a sus radioyentes los últimos acontecimientos de actualidad. 1974 supuso la incorporación a la Red de Emisora del Movimiento las Emisoras Escuela (Car).
LA TRANSICIÓN
Con la muerte del General Franco, la censura en la radio se incrementó notablemente, ya que por entonces no se sabía lo que podía pasar en España. Sin embargo, dos años después se produce un hito histórico en la radio: se aprueba la libertad de información, o lo que es lo mismo, por fin las emisoras no tenían que conectar con RNE para trasmitir los servicios informativos. Se había acabado el monopolio de esta cadena en este sector.
A partir de octubre de 1977, las emisoras empiezan a emitir sus propios espacios informativos y la radio comienza a parecerse al medio que hoy en día conocemos. De hecho, un año antes se aprobaría el Plan Técnico Transitorio de FM. Hasta ese momento sólo existían las estaciones de OM (Onda Media). La Frecuencia Modulada (FM), además de tener mayor calidad técnica, ofrecía la posibilidad de llegar a localidades más pequeñas (consulta el bloque La tecnología radiofónica). Sin embargo, los operadores de entonces no supieron sacarle provecho a la FM, excepto la cadena Ser, que vio en ella la posibilidad de explotar un estilo de programa norteamericano que se basaba en una lista de éxitos musicales, lo que supuso el nacimiento de Los 40 principales, que a buen seguro te sonará.
En 1978 se incorpora al panorama radiofónico español una nueva cadena, surgida a partir de la fusión de otras emisoras ya existentes: Rem (Red de Emisoras del Movimiento), Car (Cadena Azul de Radiodifusión) y Ces (Cadena de Emisoras Sindicales). Todas ellas conformarán Radio Cadena Española (RCE), que finalmente será absorbida por RNE.
A principios de los 80, el intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, supone una prueba de fuego para las emisoras, ya que fueron las encargadas de informar sobre lo que estaba aconteciendo en el Congreso de los Diputados. Esto dio lugar a lo que se conoce como la noche de los transistores, puesto que durante largas horas toda España estuvo pegada a la radio en unos momentos cruciales para la democracia. Durante la tarde de aquel frío día de febrero, muchos ciudadanos tuvieron la oportunidad de escuchar en directo la entrada de los golpistas en el Congreso a través de las ondas de radio, ya que iba a tener lugar la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno.
LA RADIO EN NUESTRO DÍAS
Las emisoras no son, ni mucho menos, todas iguales. El origen de estas diferencias se encuentra en múltiples factores: la titularidad, el tipo de emisión, la cobertura territorial, la programación etc. Todas estas características influyen de una manera más o menos importante en las posteriores emisiones, ya que no será lo mismo una estación radiofónica que transmite para todo el estado español que una que lo hace para un municipio concreto. De igual forma, también dista mucho la programación de una estación como Radio Nacional de España-Radio 1, de la que ofrece una emisora especializada en música, como por ejemplo, los 40 Principales.
La gran cantidad de emisoras existentes hoy en día en nuestro país convierten al sistema radiodifusor en un complejo entramado. Vayamos por partes:
*Titularidad y financiación
En España, las cadenas radiofónicas con más peso específico en función de su número de oyentes son: la Ser (Sociedad Española de Radiodifusión), Onda Cero, Rne (Radio Nacional de España) y la Cope (Cadena de Ondas Populares Españolas).
De ellas, tan sólo Rne es de titularidad pública, mientras que el resto son privadas.
En la actualidad, Rne está formada por varias emisoras: Radio 1, Radio Clásica (antes Radio 2), Radio 3, Radio 4 (que emite sólo en Cataluña), Radio 5 Todo Noticias y Radio Exterior, que destina su programación a los españoles residentes en el extranjero. Las tres cadenas restantes (Ser, Cope y Onda Cero) son de capital privado, y, por lo tanto, dependen de las empresas que están detrás y de los ingresos que genera la publicidad que emiten. De todos modos, Rne no es la única emisora de titularidad pública, pero sí la única que no emite publicidad, porque así se establece en el Estatuto de Radio Televisión Española. Las otras estaciones de titularidad pública que podemos encontrar en nuestro sistema radiodifusor son las autonómicas, que dependen de los gobiernos autonómicos, y las municipales, que están bajo la tutela de los ayuntamientos y, en algunos casos, de las diputaciones.
* Cobertura territorial
La cobertura territorial también influye en las emisiones radiofónicas, ya que, según la extensión geográfica que abarquen, así serán sus programaciones. Las autonómicas y las municipales, por ejemplo, prestarán más atención a los acontecimientos que les son más próximos y que, en muchas ocasiones, no tienen cabida en las emisiones de las grandes cadenas, debido a que es el interés que pueda tener para un determinado grupo de población lo que determina si una noticia va a ser incluida o no en un programa, de hecho es poco probable que en una estación radiofónica estatal se emita una noticia que ha sucedido, por ejemplo, en un barrio de una pequeña localidad, a no ser que el hecho revista algún tipo de interés para el conjunto de los españoles. Esta es una de las razones que explican la necesidad de disponer, además de las nacionales, de emisoras locales y autonómicas.
Pero la cobertura territorial de las radios no es un hecho casual, sino que está estrechamente ligada a la estructuración político-administrativa del Estado, además de factores sociales y culturales. De esta forma, en nuestro sistema radiodifusor coexisten:
Emisoras estatales, que cubren todo el territorio gracias a las diferentes estaciones que posee cada cadena, o aquellas a las que se encuentra asociada.
Emisoras autonómicas, que emiten exclusivamente para su comunidad (aunque no todas las autonomías cuentan con este tipo de operadores).
Emisoras locales (entre las que se encuentran las municipales, las locales de titularidad privada, las libres, las asociativas, las escolares, etc.), que radian en diferentes ciudades, pueblos o villas.
(Lo que nos recuerda al maravilloso tema de geografía que estamos estudiando en estos momentos)
De todos modos, las emisiones de algunas cadenas pueden llegar a diferentes puntos del globo. Con independencia de Radio Exterior de España, que emite para diferentes países y que gozó de gran importancia durante las décadas de los 50, 60 y 70 por ser uno de los medios que utilizaba la población que había emigrado para ponerse al día de lo que pasaba en nuestro país, la irrupción de tecnologías avanzadas de la comunicación, como el satélite, primero, e Internet, después, permite que algunas cadenas puedan transportar sus ondas más allá de su entorno más próximo. En el caso de Internet, todas las cadenas españolas más importantes tienen su programación colgada en la Red y, entre otras muchas cosas, dan la oportunidad de escuchar contenidos en tiempo real.
Junto con la titularidad, el modo de financiación y la cobertura territorial, la programación es una variable que también permite diferenciar entre las diferentes emisoras.
LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN Y LA RADIO
El mundo de la comunicación ha sido uno de los sectores que más se ha transformado, especialmente por la importante influencia que han ejercido las que se han venido en llamar Tecnologías de la Información y la Comunicación. Los avances en informática, telecomunicaciones e industria del audiovisual han contribuido en la configuración de una Sociedad de la Información cada vez más compleja y dinámica.
La tecnología no sólo ha transformado la manera de distribución, sino que ha modificado la forma de "envolver" los contenidos, obligando a modificar los formatos. Y, en esto, la radio no ha sido una excepción.
En julio de 1999 se aprueba el Plan Técnico Nacional de la Radiodifusión Sonora Digital Terrenal, que sentaría las bases para la incorporación en nuestro país del Digital Audio Broadcasting (DAB). Se trata de un sistema europeo de radio digital estandarizado por el European Telecommunications Standardisation Institute (ETSI) que, entre otras cosas, supone la eliminación total de posibles interferencias, así como la recepción sin ecos.
LA RADIO EN INTERNET
Sin duda, la Red ha supuesto un cambio significativo en el modo de trasmisión de este medio, y ha propiciado, incluso, el nacimiento de estaciones que emiten exclusivamente a través de ella (WorldWide Radio, Radiocable, RadioInternet, o Radio.ya, entre otras muchas).
No obstante, la presencia en Internet del medio radiofónico es bastante desigual. Así, por ejemplo, por lo que se refiere a las estaciones locales, son pocas las que disponen de página web y, si la tienen, a menudo se limitan a colgar en ellas datos sobre la estación en cuestión y su programación, informar al internauta acerca de la localidad desde donde emiten, la agenda cultural, actividades diversas...
Otras cadenas dedican más recursos a su website y, además de posibilitar la escucha en directo de sus programas, ofrecen otros servicios adicionales, como la denominada radio a la carta, mediante la que puedes escoger los contenidos que quieres escuchar, en el orden que desees y a la hora que más te apetezca. Además, algunas emisoras incorporan los chats, así como materiales informativos complementarios acompañados de imágenes fijas y/o en movimiento
Sin embargo, con independencia de todas las ventajas que ofrece la Red, las estaciones radiofónicas deciden su presencia en Internet como una cuestión de prestigio, de imagen, para, de este modo, mantener su credibilidad como empresa.
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Esperamos que os haya gustado este paseo por la historia de la radio española.
Trabajo realizado por Cristina Trujillano y Alejandra Pastrana.
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Información obtenida de:
http://www.xpress.es/radiocable/histo.htm
http://www.ite.educacion.es/
http://es.wikipedia.org/wiki/Radio_en_Espa%C3%B1a
http://www.google.es/imghp?hl=es&tab=wi
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