viernes, 18 de marzo de 2011

Kristina, la princesa del norte










La princesa Kristina nació en Bergen, Noruega en 1234, fue hija del rey nórdico Haakon Haakonson y de Margarita Skulesdatter. Debido a un compromiso entre Noruega y España, la princesa tuvo que viajar a España y casarse con un miembro de la familia de Alfonso X apodado "El Sabio", tras su largo periplo hacia España, la princesa llega a la corte donde al poco tiempo tuvo que escoger marido, sin embargo, en vez de obligarla a casarse con quién el rey quisiera, este le dio a elegir aconsejándole que se casara con el infante Felipe de Castilla.

Tras la boda en la Colegiata de Valladolid el matrimonio se fue a vivir a Sevilla. A partir de este punto hay un borrón en la historia, a penas se sabe nada de ella hasta el momento de su muerte , ni siquiera se sabe con seguridad que es lo que le causó la muerte a una edad tan temprana, murió a los 28 años de edad a millones de kilómetros de su país y su familia.

Su sarcófago se descubrió en la localidad de Covarrubias en Burgos en 1958, estaba momificada e increiblemente conservada incluso aún conservaba su larga melena rubia, aunque en cuanto entró en contacto con el oxígeno se degradó rápidamente. Un albañil encontró su tumba empotrada en una pared cuando se abre la tumba en la Colegiata. Era alta con ojos y pelo claros, un ideal de belleza en aquella época.


Desde Tonsberg se envió una escutura de la princesa en señal de amistad. Las causas de su muerte son desconocidas, hay muchas versiones, algunas son estas:

1º Murió de una larga enfermedad, esta versión podría explicar porqué durante su matrimonio no tuvo hijos.
2º Murió de pena al estar tan lejos de su país.

3º La esposa de Alfonso X la envenenó por celos, algo no demasiado extraño en esa época.
Aún no se han descubierto las causas de su muerte, yo creo que la tercera opción es bastante convincente, en aquella époco era común matar solo por celos, además se dice que la esposa de Alfonso X mató a su hermana por ese mismo motivo.
En los últimos años se han escrito varios libros acerca de la historia de esta princesa nórdica. La historia ha generado mucha expectación tanto en escritores como en lectores.

La princesa vikinga mandó a construir una capilla en honor a San Olav, la capilla erguida en honor de San Olav recuerda el largo viaje de la princesa :

Una enorme nave vikinga se hizo a la mar en el otoño de 1257 desde el puerto de Bergen en dirección al Sur. A bordo, viajaban altos dignatarios del reino noruego, encabezados por el obispo Pedro de Hamar, nobles, damas y un centenar de caballeros, encargados de cuidar un valioso cargamento: oro, plata, pieles preciosas y otros bienes suntuarios, que constituían el ajuar y la dote de la más encumbrada pasajera de la nave, la princesa Cristina, hija del rey Haakon (pronúnciese Jocon) Haakonson el Viejo.
La embarcación disponía de dos camarotes –hecho insólito para la época– en los que se alojaban la princesa y el embajador del rey de Castilla, don Fernando, castellano de tierra adentro, incapaz de soportar una navegación en cubierta sin marearse.

Tras varias singladuras, la nao, impulsada por el viento y el esfuerzo de los remeros, llegó hasta el puerto inglés de Yarmouth. Desde allí, atravesó sin novedad el canal de La Mancha hasta recalar en El Havre, Normandía. Don Fernando y el nombre noruego Thorleif el Enojado se dirigieron a París por el Sena para entrevistarse con el monarca francés, mientras la tropa se ocupaba de adquirir 70 caballos, a fin de reforzar la ganadería que habían traído a bordo. Les esperaba un largo camino por tierra.
Cristina, entonces de 24 años, era una rubia alta, de largas trenzas y ojos azules, que iba a desposarse con un hermano del rey de Castilla, Alfonso X, más tarde llamado El Sabio. Se trataba de un hecho totalmente inusual. Sin embargo, cuatro años después de haber llegado a Sevilla, Cristina, con sólo 28 años, murió sin dejar descendencia. Su cuerpo fue trasladado al pueblo burgalés de Covarrubias y Felipe, su esposo, nunca cumplió su promesa de edificar una iglesia en honor del santo rey noruego que le hiciera antes de casarse.
Ricardo Herren rememora en este número aquella romántica historia de amor, que ha convertido la localidad burgalesa de Covarrubias en un centro de peregrinación para turistas noruegos. La revista publica, además, un desplegable que recuerda el viaje de la joven y su boda en Castilla.


Trabajo realizado por Ignacio Manzano 2º BACH B


INFORMACIÓN SACADA DE WIKIPEDIA Y CUARTO MILENIO.


http://





No hay comentarios:

Publicar un comentario