La Alpujarra es una de las comarcas andaluzas más singulares y a mi humilde opinión tiene algo que atrae a muchísima gente. La belleza de sus increíbles paisajes han cautivado a innumerables artistas y escritores desde hace siglos: Pedro Antonio de Alarcón ("La Alpujarra: sesenta leguas a caballo, Federico García Lorca, Julio Caro Baroja ("Los moriscos del Reino de Granada), Jean Christian Spahni ("La Alpujarra, Andalucía Secreta")
El entorno físico de La Alpujarra, Sierra Nevada, ha sido declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, Parque Natural y Parque Nacional, sobre todo por sus endemismos botánicos y su particular ecocultura.
Algunas de las razones que han sugerido esta atracción tan irresistible por La Alpujarra (por ejemplo la mía) las encontraras en este trabajo, pero si tienes la mas mínima oportunidad de ir, descubrirás que hay otras cosas que harán que no la olvides jamás
Un poco de historia
La Alpujarra fue sucesivamente colonizada por íberos y celtas, por la antigua Roma, y por visigodos, antes de la conquista musulmana del sur de España durante el siglo VIII; no obstante, el historiador árabe Ibn Ragid declara que la región no fue conquistada por los árabes debido a la aspereza de su territorio. Su colonización, por tanto, hubo de ser posterior y realizarse modo muy paulatino. La región fue el último refugio de los moriscos, a quienes se les permitió permanecer allí hasta mucho después de la caída del Reino Nazarí de Granada en 1492. Tras la revuelta morisca de 1568, la población morisca fue expulsada de la región tras que ésta fuese usada como su base militar. Por orden de la corona española, se requirió que dos familias moriscas permaneciesen en cada villa para ayudar a los nuevos habitantes, introducidos desde tierras de Castilla (fundamentalmente procedentes de otros lugares de Andalucía, así como castellanos, gallegos y leoneses), y enseñarles la forma de trabajar las terrazas y los sistemas de irrigación de los que depende la agricultura de la región. Sin embargo, la repoblación fracasó y los sistemas agrícolas se perdieron, sustituidos por especies y métodos de origen castellano.
La influencia de la población árabe se puede observar, lógicamente, en el paisaje agrario, la arquitectura cúbica, la cocina local, el tejido de alfombras y jarapas y en numerosos nombres de lugar de origen árabe. También en la permanencia de manifestaciones culturales como el Trovo.
Naturaleza
La Alpujarra se sitúa en el espacio comprendido entre la vertiente meridional de Sierra Nevada al Norte y la Costa Mediterránea al Sur. La Alpujarra es un gran sinclinal de orientación Este-Oeste, que forman un gran valle longitudinal, delimitado al Oeste por la Sierra de Lújar que hunden sus laderas en el Mediterráneo
La originalidad climática ha dado lugar que algunos autores distingan una Alpujarra Alta, coincidente con la ladera meridional de Sierra Nevada donde se dejaría sentir el clima frío de la alta montaña; una Alpujarra media con climas mas matizados como consecuencia de la depresión y una Alpujarra baja donde gracias al suave y húmedo se desarrolla una de las agricilturas mas prosperas de Andalucía (los cultivos tropicales y los cultivos bajo plásticos que se están sustituyendo por cultivos subtropicales.
Hay muchas opciones para el alojamiento allí, esta es una foto de Casa Sonia.
Para mi es un lugar muy bonito y con un encanto especial. Este verano tengo un viaje planeado a La Alpujarra y tengo muchísimas ganas de ir. Puede que para alguna otra persona sea un pueblo al lado de la sierra pero tiene unas vistas preciosas y un ambiente relajado que a veces es lo que buscamos. Un sitio que hay que cuidar para que todos lo podamos disfrutar porque nunca hay que olvidar que la tierra no nos la han dejado nuestros padres, sino que se la hemos tomado prestada a nuestros futuros hijos.
Trabajo realizado por:
Ignacio Pereiro Poyato
Sara Martínez Roa
Fuentes:
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